Los gatos beben mucha menos agua que los perros, pero ¿cuál es el motivo? Los felinos son animales cazadores, durante toda su existencia se han alimentado de pequeños animales que al ingerirlos les proporcionaba, además del aporte nutricional, el agua que necesitaban.
Este vestigio de sus épocas salvajes aún está presente en su comportamiento, por eso, todavía les cuesta tomar agua. Es por esta razón que debemos estar atentos a que nuestro pequeño de cuatro patas no se deshidrate, pues le puede causar múltiples problemas de salud, como por ejemplo problemas urinarios y de tracto.
¿Cómo podemos conseguir que nuestro gato tome más agua:
COMBINAR ALIMENTO BALANCEADO CON FRESCO Y NATURAL: una excelente solución es llevar a nuestro peludo a una dieta mixta en la que combinamos alimento balanceado (seco) con alimentos frescos (principalmente diversas carnes). De ésta manera ingerirá agua de manera natural mientras come.
AGUA FRESCA: el gato es muy selectivo a la hora de escoger qué consumir. Muchas veces responde a su condición de neofóbico. Si el agua no es fresca puede rechazarla, por eso, procuremos que tenga agua fresca cada día.
RECIPIENTE: el sabor y el olor son muy importantes para él. Por eso, es recomendable usar recipientes de vidrio o aluminio y evitar los de plástico. El gato es más propicio a consumir agua en cuencos grandes. Si podemos proporcionarle un cuenco grande (como el de un perro) puede que consuma más agua.
FUENTES AUTOMÁTICAS: todos hemos visto alguna vez gatos jugando con los hilos de agua que caen de la canilla. El gato es curioso por naturaleza, le encanta descubrir y jugar. Con una fuente automática se divierte bebiendo agua.