Desaconsejamos totalmente el uso de cualquier método que pueda causar malestar, miedo o dolor en los animales. Existe evidencia científica que respalda la idea de que los animales aprenden mejor con metodologías amables y respetuosas para con ellos.
El castigo provoca:
- Aumento de estrés.
- Se deteriora el vínculo con tu compañero.
- Puede desarrollar fobias.
- Puede desencadenar episodios de agresividad.
- Puede no entender el motivo del castigo.
- La conducta negativa no siempre se corrige.
Los estímulos positivos siempre te van a dar muchos mejores resultados! Hay profesionales educadores caninos que te pueden ayudar!