Actualmente, mantenerse saludables es un desafío cotidiano para la mayoría de los gatos y perros que conviven con humanos.
Con alimentos ultraprocesados como única fuente, exposición a múltiples productos químicos, tutores sin conocimiento, muchas falsas creencias, desinformación administrada por parte de la industria, separación precoz de su madre, falta de recreación y socialización o su gestión inadecuada, conflictos diversos en su familia humana, medicaciones frecuentes, sedentarismo, trato humanizado, confinamiento, exposición a radiaciones electromagnéticas y luces artificiales, son sólo algunos de los factores que día a día desafían sus capacidades de gestionarse bienestar y salud, incluso desde antes de nacer.
Esta creciente exposición a factores nocivos se ve reflejada en el aumento exponencial de casos de enfermedades crónicas prevenibles y a edades cada vez más tempranas en las últimas décadas y que progresan muchas veces de forma inadvertida deteriorando su calidad de vida.
Una mirada holística entiende a los seres vivos y sus manifestaciones a nivel físico, mental y emocional, como una unidad en permanente relación con su entorno y su historia de vida, dentro de un sistema universal complejo e interdependiente.
Debemos considerar a cada individuo en relación con su familia multiespecie, circunstancias actuales e historia de vida y buscar la propuesta más adecuada para cada caso en particular dentro de las posibilidades de su familia y establecer modificaciones necesarias en sus condiciones de vida.
La naturaleza nos brinda grandes aliados que facilitan la calidad de vida que nuestros peludos necesitan y merecen.