En el momento en que una familia decide dar el paso y adoptar un gatito, surge la oportunidad de adoptar no uno, sino dos. Eso es frecuente cuando nos ofrecen gatitos recién nacidos o muy jovencitos. ¿Qué hacer entonces? ¿Es mejor adoptar uno o una pareja de gatos?
A continuación, ofrecemos argumentos a favor de la pareja de gatos, y algunos son de peso.
De entrada, si un gato nos parece atractivo y adorable y creemos que nos proporcionará la compañía que deseábamos, ¿dos gatos no nos resultarían más atractivos? Ésta es una razón muy subjetiva y, antes de nada, debemos preguntarnos si estamos preparados para cuidar a más de un animal, en cuanto a energía, dedicación y recursos económicos. Pero en caso de poder hacerlo con responsabilidad, es ciertamente un argumento a favor de adoptar dos gatos en vez de uno.
Otro argumento a favor de adoptar la pareja de gatos es el juego. Los gatos, especialmente si son cachorros, son muy juguetones y se persiguen, se esconden, se acechan el uno al otro. Aunque esa afición parece que disminuye a partir de los cuatro meses de edad, lo cierto es que es un comportamiento que se mantiene incluso cuando los gatos son adultos. Para jugar, dos gatos mejor que uno, porque juegan entre sí y desarrollan mejor sus capacidades sociales y se relacionan mejor con su entorno, se mantienen en forma, ponen a punto sus capacidades motoras y perfeccionan su habilidad en la caza. Por eso el juego es muy importante para el desarrollo de los gatos. Hoy en día, la mayor parte de los gatos no salen de casa, son los llamados gatos “indoor”. Por eso mismo, se aburren fácilmente y se tornan perezosos y apáticos, cosa que puede afectarles a su salud. En cambio, la presencia de otro gato les da algo con qué distraerse. Su entorno comienza a ser atractivo y el aburrimiento y la pereza desaparecen.
Además, un gato aprende del otro. A una edad temprana, los gatitos, como todos los animales, tienen mucho que aprender. Observar lo que hace su compañero, cómo reacciona o cómo se comporta es también un método de aprendizaje. También es interesante señalar que, aunque los gatos tienen fama de solitarios, es muy conveniente que aprendan a convivir con otros gatos. Al haberse criado en compañía de otro u otros gatos, aceptarán mejor un nuevo compañero cuando lleguen a la edad adulta. Al criarse en compañía de otro u otros gatos, en efecto, aprenden el comportamiento y las estrategias de comunicación de los felinos. Eso es algo que difícilmente podríamos enseñar nosotros a un gatito, pues tiene que aprenderlo relacionándose con otros gatos.
Los perros también aprenden a tratar con los gatos. Resulta curioso notar que los perros también aprenden a tratar con los gatos mediante la convivencia desde cachorros. Un gato criado en solitario es posible que no sepa reconocerse a sí mismo como gato, pues nunca habrá conocido ninguno. En cambio, criado en compañía de otros gatos, será un gato. Tendrá la oportunidad de hacer lo que hacen los gatos después de haberlo visto y experimentado por sí mismo, mediante la interacción con su compañero felino. También hay que tener en cuenta que se ha demostrado que si los gatos que van a convivir tienen lazos genéticos (son de la misma familia, como, por ejemplo, hermanos) el vínculo entre ellos será más potente.
Hasta ahora hemos expuesto las ventajas de adoptar dos o tres gatitos en vez de uno solo, pero también existen inconvenientes, que hay que considerar. El primero de ellos es que el costo será el doble, entendiendo que requieren una nutrición de calidad. Comerán el doble y se necesitará el doble de atención veterinaria. También recordá que son carnívoros estrictos y que la inmensa mayoría de alimentos contienen grandes cantidades de carbohidratos que son dañinos a largo plazo, en consecuencia requieren alimento elaborado con carne fresca, sin carbohidratos y aditivos artificiales en alternancia con carne cruda o cocida durante 3 minutos.
Otra cuestión que cabe considerar es el sexo de los gatos. Comienzan a ser sexualmente maduros a partir de los cinco u ocho meses de edad; por eso mismo, resultaría conveniente esterilizarlos cuando tienen entre cuatro y seis meses, aunque podría hacerse antes. Hay que recordar que la esterilización es muy recomendable para evitar camadas indeseadas y comportamientos inadecuados, como enfrentamiento entre gatos machos, marcaje con orina en casa o el comportamiento de reclamo durante el celo. Este asunto es mejor consultarlo con el veterinario y analizarlo seriamente antes de emprender la aventura de adoptar una pareja de gatos.
Si uno puede permitírselo, dos gatitos serán siempre mejor que uno, pues podrán jugar y aprender uno del otro y se harán mutua compañía. Y, por supuesto, tendrás el doble de amor felino en casa.
Fuente: antrozoologia.com