Por desgracia, la leishmaniosis es una enfermedad emergente. Esto quiere decir que se está extendiendo cada vez más por diferentes territorios, afectando a un número mayor de perros, con el riesgo que supone también para las personas, pues no hay que olvidar que la leishmaniosis es una zoonosis. Se trata de una enfermedad potencialmente mortal, sin cura, pero con tratamiento, que se manifiesta con una variedad de síntomas, como alteraciones cutáneas, crecimiento exagerado de las uñas, problemas oculares, fiebre, dolor en las articulaciones, anemia o insuficiencia hepático y renal.
La leishmaniosis es transmitida a los perros por la picadura de un mosquito, realmente un flebotomo, que, cuando empieza la época de calor, va a aumentar su presencia al verse favorecido por las buenas condiciones climatológicas. Si nuestro veterinario nos ha confirmado que nuestro perro padece esta enfermedad, es importante conocer los remedios naturales para la leishmaniosis canina que compartimos en este artículo. Es importante saber que estos remedios deben ser solo un apoyo al tratamiento pautado por el veterinario, que, empezado cuanto antes, ayudará a controlar el número de leishmanias y la sintomatología. Por otra parte, siempre es mucho mejor prevenir que nuestro perro contraiga esta enfermedad antes que tener que tratarla.
Una correcta alimentación
Una alimentación adecuada y de calidad siempre es necesaria para conservar la buena salud de nuestro perro, pero todavía mucho más importante será cuando el animal está atravesando una enfermedad, como puede ser la leishmaniosis. Por este motivo, si buscamos remedios caseros para leishmaniosis canina, lo primero que debemos hacer es revisar la alimentación del perro afectado. Una adecuada alimentación contribuye al buen funcionamiento del organismo y a mantener a punto al sistema inmune para que ayude a luchar contra las leishmanias.
En su alimentación natural o mixta debemos aportar proteínas que contiene la carne fresca y que son de alto valor biológio y alta digestibilidad. Además, favorecen la digestión en perros que pueden manifestar problemas digestivos o un descenso del apetito. Además, necesitamos incorporar probióticos que también contribuyen a la salud digestiva. Debemos aprotar ingredientes que ofrecen propiedades antioxidantes, favoreciendo el buen funcionamiento del sistema inmune y el control de los radicales libres. También es de destacar el aporte de ácidos grasos e ingredientes con potencial antiinflamatorio, que ayudarán al mantenimiento de la piel y el pelo, al funcionamiento del sistema inmune y a controlar la inflamación general. Concretamente los ácidos grasos omega 3 que encontramos en pescados azules como cornalitos o boquerones están más que recomendados si buscamos remedios naturales para la leishmaniosis canina, ya que favorecen el sistema inmune y son excelentes antiinflamatorios, por lo que ayudan a reducir el dolor. Recordemos que los alimentos balanceados distan muchísimo de contener el equilibrio necesario de Omega 6 y 3.
Hidratación
Para el correcto funcionamiento del tránsito intestinal, pero, en general, de todo el organismo, que se va a ver afectado por la enfermedad, el aporte hídrico es fundamental. Los alimentos naturales y frescos deben estar siempre presentes ya que contienen un 70% de agua repleta de nutrientes. También el agua limpia y fresca debe estar disponible para el perro las 24 horas del día. Si es posible, agua filtrada o hervida.
Reducción del estrés
Aunque pueda parecer algo evidente, mantener a raya el estrés es uno de los mejores remedios para tratar la leishmaniosis en perros. Se sabe que el estrés afecta al sistema inmune. Por este motivo, si para cualquier perro es importante gozar de calidad de vida, mucho más lo será para un ejemplar enfermo. Una alimentación inadecuada basada solo en un ultraprocesado como única fuente de alimentación predispone a un estrés crónico a nuestro perro por más normalizado que esté. Tranquilidad, rutinas en cuanto a tiempo para descanso, ejercicio y alimentación, una buena cama, compañía, atención, cariño y el resguardo de las inclemencias del tiempo son las bases para conseguir que nuestro animal sea feliz, con lo que también estamos ayudando a mantener sus defensas a punto para combatir la enfermedad.
Ejercicio diario
Evidentemente, la práctica de ejercicio va a estar relacionada con la situación clínica del perro. No se trata de forzarlo si padece anemia o dolor, pero sí es conveniente que establezcamos una rutina de paseos relajados, que podrán ser más o menos largos o intensos según responda el perro.
El paseo no solo es estirar las patas, sino que permite que el perro reciba estímulos de su entorno e interaccione con congéneres y personas. Es esencial, por tanto, para su calidad de vida. Eso sí, debemos protegerlo del calor, del frío y de la lluvia controlando las horas de salida o poniéndole prendas de ropa para perros. Sin exageraciones.
Calidad de vida
Ya hemos repasado los principios básicos para lograr que nuestro perro disfrute de una buena calidad de vida, pero queda uno que resulta esencial, sobre todo en los perros que han sido diagnosticados de una enfermedad incurable: es la atención veterinaria. No solo debemos seguir escrupulosamente el tratamiento que nos paute este profesional, sino que deberemos contactar con él de inmediato ante la aparición de cualquier síntoma nuevo o empeoramiento.
Los perros con leishmaniosis pueden mejorar hasta no necesitar tratamiento, pero también es posible que se den recaídas que requieran volver a tratar y son numerosos los perros que van a tener que seguir el tratamiento durante toda su vida. En estos casos, es todavía más importante el seguimiento del veterinario, acudiendo a todas las revisiones de control que nos marque.
Terapias alternativas
La recomendación es que, si queremos utilizar terapias alternativas, siempre le informemos al veterinario y que en ningún caso dejemos el tratamiento pautado por este profesional, que será específico para el momento de la enfermedad en el que se encuentre tu perro.
Lo mismo aplica si queremos probar algún remedio por nuestra cuenta, como pueden ser los estimulantes o reforzadores del sistema inmune, o remedios para curar las heridas producidas por la enfermedad. Recordemos que incluso los remedios naturales pueden provocar efectos adversos si no se administran con cuidado. En cualquier caso, si optamos por alguna de estas terapias, debemos buscar siempre la atención de profesionales veterinarios calificados.
La importancia de la prevención
Como afirmamos con anterioridad, mucho mejor que arriesgarse a que nuestro perro contraiga la enfermedad es prevenirla. No hay que olvidar que la leishmaniosis puede ser fatal para él y que, además, se convertirá en reservorio para las personas. La prevención puede hacerse con facilidad tan solo utilizando antiparasitarios que mantengan a los flebotomos alejados de nuestro perro. Otras medidas son:
- No pasearlo en las horas de mayor incidencia de flebotomos, es decir, al anochecer y al amanecer.
- No dejarlo a la intemperie, sobre todo durante la noche.
- Utilizar en casa mosquiteras en puertas y ventanas.
- Evitar acumulaciones de materia orgánica, ya que es donde suelen encontrarse los flebotomos.
- Vacunar contra la leishmaniosis si el veterinario así lo recomienda.
- Si vivimos en zona de riesgo, hemos viajado a alguna, acabamos de adoptar o, simplemente, queremos salir de dudas, debemos chequear a nuestro perro para saber si es portador de leishmanias. En caso afirmativo, podemos empezar el tratamiento de forma temprana.
- Por último, se recomienda la esterilización de machos y de hembras, ya que parece posible la transmisión sexual y maternofilial de esta enfermedad.
Este artículo es meramente informativo, en Natural Pet no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu peludo al veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.