La palatabilidad es la cualidad que tiene un alimento de ser grato al paladar, por lo tanto determina su aceptación. Es muy importante que sea óptima para no ser rechazado por nuestro perro o gato.
Pero, ¡cuidado! un alimento puede ser muy sabroso, pero NO contener los niveles adecuados de nutrientes además de contener subproducto de categoría no apto consumo humano y aditivos artificiales como saborizantes que son los que muchísimas veces les da el sabor, por lo tanto, debemos tener en cuenta que debe cumplir dos requisitos: calidad y palatabilidad.
Al igual que ocurre en los humanos, lo más sabroso no siempre es lo mejor para una vida saludable. La mayoría de las enfermedades metabólicas de la sociedad moderna se deben a una dieta desequilibrada. Por ejemplo; problemas cardiovasculares por hipercolesterolemia e hipertensión arterial, la diabetes tipo II, los problemas originados por el exceso de ácido úrico en sangre el hígado graso y muchas más que figuran entre las primeras causas de mortalidad en los países desarrollados. La gran mayoría de los dueños de mascotas tampoco tienen conocimientos de nutrición ni de cómo equilibrar su dieta. Por ejemplo, existe la falsa creencia que un alimento es mejor si su perro o gato lo come con más ansia y eso es completamente equivocado. Sin mencionar los grandes esfuerzos de muchas marcas para que así lo crean.
Si bien es cierto que el alimento debe ser apetecible, los hábitos alimentarios correctos son fundamentales en la fase de aprendizaje, al igual que en los niños, para evitar tener mascotas adultas con un apetito caprichoso que al final suele ser causa de una nutrición deficiente y problemas metabólicos.
La palatabilidad de un alimento debe ser totalmente compatible con una fórmula realmente equilibrada y saludable, pero que no te engañen, ya que NO es lo único a tener en cuenta. Debemos buscar, ante todo, calidad, con la certeza de que el alimento elegido esté formulado a base de nutrientes de alto valor biológico, ya que cubrirá todas las necesidades nutricionales de tu peludo compañero además de proporcionarle el placer de comer un alimento que le guste.