Miles de animales son maltratados de muchas maneras visibles, sin importar si son domésticos o salvajes, propios o ajenos. Pero, también al darle de comer a tu peludo compañero podrías incurrir sin saberlo a un maltrato animal involuntario, aunque a primera vista no lo parezca o resulte exagerado. Te has puesto a pensar quienes son los únicos que ganan al momento de tu compra de un “alimento balanceado” de gran volumen y bolsa muy atractiva sin saber lo que contiene realmente?
Los animales en su estado natural llevan una dieta equilibrada, comen lo que necesitan porque su organismo se ha adaptado al entorno. En cambio, los humanos solemos consumir productos sin ningún valor nutricional, sobre todo de manera social o recreativa. Productos como snacks, gaseosas, dulces y chocolates, nunca faltan en las góndolas, quioscos y hasta en estaciones de servicio; comida que nadie necesita nutricionalmente hablando y que irónicamente también llega a nuestros niños.
En los humanos podemos observar, ya hace años, las consecuencias de una mala alimentación que incluye “productos chatarra” en exceso, lamentablemente lo mismo se ha comenzado a manifestar en nuestras mascotas. Aunque la gran diferencia es que sólo pueden expresarlo a través de enfermedades (obesidad, diabetes, pancreatitis, cáncer, entre otras) y que en muchos casos los síntomas resultan tardíos.
La inmensa industria de alimentos convencionales para mascotas invierte infinitos recursos en publicidad para establecer los “estándares de calidad” y desestimar cualquier otra opción más saludable para tu peludo compañero.
Los ingredientes pensados principalmente en bajar costos de producción como cereales y subproductos (categoría no apto consumo humano), junto a los aditivos artificiales (colorantes y saborizantes) producen un dudoso cóctel perfectamente disimulado en hermosos diseños de bolsas en cuyos frentes siempre observamos un perro feliz con su dueño feliz, imágenes de alimentos frescos inexistentes dentro y toda clase de palabras y frases de promesas que nada tienen que ver con la realidad que le pueden ofrecer a tu peludo amigo.
Como siempre te decimos, la verdad está del otro lado de la bolsa, ya que es lo único que está regulado. La lista de ingredientes debe ser perfectamente visible aunque muchas veces te cueste leerla.
En conclusión podemos preguntarnos con seriedad en qué lugar queda la nutrición y salud de nuestras mascotas? Bueno, la respuesta es obvia. Pero vos siempre tenés el poder de decidir! Si te informás correctamente podés evitar contribuir involuntariamente al maltrato animal por mala alimentación.