Es cierto que la mayoría de los gatos no requieren un alto mantenimiento como los perros; sin embargo, tu gato tiene necesidades únicas que deben ser cumplidas para que pueda disfrutar de una vida sana y feliz contigo.
Una alimentación incorrecta: los alimentos metabólicamente inapropiados son todos los que contienen ingredientes no aptos consumo humano, granos, papa u otros ingredientes con un elevado contenido de almidón. Lo mejor son alimentos enteros, crudos, sin procesar, en su forma natural. Siendo que la carne de animales debería ser la base de su alimentación. Si no puedes proporcionarle alimentos frescos (crudos o cocidos ligeramente), lo ideal es alimentarlos con alimentos balanceados con ingredientes apto consumo humano, libres de subproductos, libres de granos, cereales y aditivos artificiales e hidratarlos con agua o caldo de hueso. Tené cuidado si tu gatito tiene sobrepeso porque la mayoría de los alimentos convencionales para control de peso y edad avanzada contienen una gran cantidad de fibra, lo que es una alimentación biológicamente inadecuada. Además muchos son “adictos” a alimentos muy poco saludables debido a los saborizantes artificiales que garantizan que a tu gato le “fascine” y vos regreses por otra bolsa!
Alimentación libre: podes equivocarte por necesidad si recurrís a un tipo de alimentación de baja calidad, ya es el único tipo de alimento que puedes dejar de forma “segura” a temperatura ambiente todo el día. Es la manera perfecta para hacer que tu gato tenga sobrepeso o se vuelva obeso, lo que definitivamente impide que tu gato viva una vida larga y saludable junto a vos. Si tu gato está sano, podes separar sus raciones diarias en varias porciones pequeñas y colocarlas en diferentes lugares de la casa para que las busque.
Exceso de premios: los premios, incluso los más saludables, no deben representar más del 15% del consumo diario de alimentos de tu gato. También, es muy importante proveerle a tu gato los snacks más saludables disponibles. Los premios de alta calidad no contendrán granos o rellenos innecesarios, subproductos, azúcar añadida (incluidas las melazas y miel), aditivos artificiales o ingredientes conocidos por ser altamente alergénicos para las mascotas.
Alimentación grupal: los felinos son cazadores solitarios y compartir es algo con lo que no les gusta (a menos que una hembra amamante una camada). Muchos hogares tienen más de un gato, y a menudo los alimentan en grupo. Esto puede ocasionar que se estresen y realicen competencias en las que coman más cantidad y más rápido de lo que sería si comieran solos. Ser alimentados por separado les proporciona la capacidad de controlar con precisión la cantidad de comida que les sirven a cada uno, y te permite saber inmediatamente si el apetito de alguno de ellos es notablemente menor o mayor ya que ambas situaciones pueden ser señales de una enfermedad.
Falta de agua: si tu gato no bebe el agua de un tazón, como lo hacen los perros es porque tiene un menor impulso natural de sed. La naturaleza diseñó a los gatos para hidratarse a través de su alimentación. Es por eso que, en caso de darle alimento balanceado seco, es bueno que le añadas agua o caldo de hueso. Además, tene en cuenta que algunos gatos ignoran el agua estancada, pero beberán el agua que está en movimiento, de una fuente de agua para mascotas.