EL DUELO

En esta nota vamos a abordar una tema delicado del que nadie habla pero todos los tutores en algún momento transitamos. Y aprovecharemos para reflexionar acerca del tipo de vida que tiene ahora tu compañero de cuatro patas. Específicamente observá la calidad real del alimento que le estás dando ya que la nutrición es la base de la salud y la longevidad. Asegurate que en la lista de ingredientes no leas por ejemplo: “harina de subproducto”, “trigo”, “gluten de maíz”, “grasa”, “gluten meal”, “aceite de pollo”. También evitá los conservantes artificiales, colorantes artificiales y saborizantes artificiales.  

Los peludos, en los hogares, son un miembro más de la familia. No sólo demuestran un gran afecto por sus tutores, sino que emocionalmente, sobre todo los perros, son animales de una gran inteligencia. Todo esto hace que cuando desaparecen de nuestras vidas, los duelos que afrontamos sean duros debido al apego emocional con ellos.

Muchas personas se apoyan en sus mascotas en el día a día, ya sea porque conviven solas con ellas o por el cariño continuado de toda una vida. Por eso, la muerte de estas supone un momento difícil para el que vendrían muy bien ciertas pautas y hacer algo más fácil la superación de su duelo.

El duelo es una experiencia altamente individual. Algunas personas encuentran que el dolor después de la pérdida de un compañero se presenta en etapas, donde experimentan diferentes sentimientos como negación, enfado, culpa, depresión y, finalmente, aceptación y resolución. Otros encuentran que su dolor es más cíclico, una serie de altibajos. Es probable que los mínimos sean más profundos y largos al principio y luego se vuelvan gradualmente más cortos y menos intensos a medida que pasa el tiempo. Aun así, incluso años después de una pérdida, una vista, un sonido o un aniversario especial pueden provocar recuerdos que desencadenan una fuerte sensación de dolor.

El proceso de duelo ocurre solo gradualmente. No puede ser forzado o apresurado. Algunas personas comienzan a sentirse mejor en semanas o meses. Para otros, el proceso de duelo se mide en años. Cualquiera que sea tu experiencia de duelo, es importante ser paciente con vos mismo y permitir que el proceso se desarrolle naturalmente.

Sentirse triste, conmocionado o solo es una reacción normal a la pérdida de una mascota querida. Exhibir estos sentimientos no significa ser débil o que los sentimientos están de alguna manera fuera de lugar. Simplemente significa que estás de luto por la pérdida de un animal que querías, por lo que no debes sentirte avergonzado.

Intentar ignorar tu dolor solo lo empeorará a largo plazo. Para una curación real, es necesario enfrentar tu dolor y lidiar activamente con él. Al expresarlo, es probable que necesites menos tiempo para superarlo que si reprimís tus sentimientos.

 

Algunas sugerencias:

– No permitas que nadie te diga cómo sentirte. Tu dolor es tuyo y nadie más puede decirte cuándo es el momento de “seguir adelante” o “superarlo”. Permítete sentir lo que sientas sin vergüenza ni juicio.

– Hablar a otros que han perdido mascotas. Consulta foros y redes sociales de refugios de animales. Si tus amigos y familiares no empatizan con la pérdida de tu animal, busca a alguien que sí lo haga.

– Los rituales pueden ayudar a la superación. Un funeral puede ayudarte a vos y a los miembros de tu familia a expresar abiertamente los sentimientos. Ignora a las personas que piensan que es inapropiado celebrar un funeral por una mascota y hacé lo que sea mejor para vos.

– Crea un legado. Plantar un árbol en memoria de tu mascota, componer un álbum de fotos y compartir los recuerdos que disfrutaste con tu animal, podés crear un legado para celebrar la vida en compañía de tu animal con vos.

– Cuidate. El estrés de perder una mascota puede agotar rápidamente tu energía y reservas emocionales.Pasa tiempo con las personas que se preocupan por vos, come una dieta saludable, dormí lo suficiente y hacé ejercicio regularmente para liberar endorfinas y ayudar a mejorar tu estado de ánimo.

– Si tenés otras mascotas, trata de mantener tu rutina normal. Ellas también pueden experimentar pérdida cuando un animal con el que convivían muere, pueden sentirse angustiadas por tu dolor.

Busca ayuda profesional si la necesitas. Si tu dolor es persistente e interfiere con tu capacidad de funcionar, tu médico y un profesional de la salud mental puede evaluarte para detectar depresión.

 

CONSEJOS PARA PERSONAS MAYORES QUE LLORAN LA MUERTE DE UNA MASCOTA

A medida que envejecemos, experimentamos un número cada vez mayor de cambios importantes en la vida, incluida la pérdida de amigos queridos, familiares y mascotas. La muerte de una mascota puede afectar aún más a las personas mayores que a los adultos más jóvenes que pueden aprovechar la comodidad de una familia cercana o distraerse con la rutina del trabajo. Si sos un adulto mayor y vivís solo o sola, tu mascota probablemente era tu única compañera, y cuidar al animal te proporcionó un sentido de propósito y autoestima.

Algunos consejos:

Mantené conexión con amistades. Las mascotas, especialmente los perros, pueden ayudar a las personas mayores a conocer gente nueva, conectarse regularmente con amigos y vecinos mientras están caminando o en el parque con el perro. Habiendo perdido a tu mascota, es importante que ahora no pases día tras día en soledad. Trata de pasar tiempo con al menos una persona todos los días. El contacto cercano regular puede ayudarte a evitar la depresión y mantenerte positivo.

Aumenta tu vitalidad con ejercicio. Las mascotas ayudan a muchos adultos mayores a mantenerse activos, lo que puede estimular tu sistema inmunológico y aumentar tu energía. Es importante mantener tus niveles de actividad después de la pérdida de la mascota. Consulta a tu médico antes de comenzar un programa de ejercicios y luego encuentres una actividad que disfrutes. Hacer ejercicio en grupo puede ayudarte a conectarte con los demás.

Intenta encontrar un nuevo significado y alegría en la vida. Cuidar de una mascota anteriormente ocupaba tu tiempo y aumentaba tu moral y optimismo. Trata de aprovechar ese tiempo como voluntario, retomando un pasatiempo descuidado hace tiempo, dando unas clases, ayudando a amigos, grupos de rescate o refugios para personas sin hogar a cuidar a tus animales, e incluso adoptando otra mascota cuando sea el momento adecuado.

En conclusión, la idea es afrontar la situación de la mejor manera posible. Pero sobre todo, lo que tenemos en nuestras manos hoy es tomar conciencia de la calidad de vida que merece. Investigá y no te quedes con lo primero que te dicen! La nutrición consciente es la base para lograr que tu compañero sea vital y saludable. Lo lógico no es que te la pases yendo a la veterinaria.