En primer lugar, lo ideal es que tu perro tenga una nutrición óptima con alimentos naturales, saludables y de la mejor calidad posible. Eso es cuidando preventivo! Además de evitarle enfermedades y darle una excelente calidad de vida, ahorras gastos colaterales que a la larga suman un presupuesto importante.
De cualquier manera, identificar si nuestro perro no está recibiendo la alimentación adecuada es indispensable. La mayoría de marcas de “comida para perros” ha hecho que exista confusión entre los dueños de mascotas. Esto trae como consecuencia que los perros no sean bien alimentados y se enfermen. Por esta razón, a continuación te compartimos las señales que te ayudarán a identificar cuándo un perro no está siendo bien alimentado.
- Alteraciones gástricas: podemos notar anomalías a través de sus defecaciones. Las heces de nuestro perro deben ser duras, húmedas y oscuras, si observamos que son diferentes, puede ser que sea a causa de una alteración gástrica producida por el alimento. También es importante que sepas que el estreñimiento como la diarrea sostenida son indicaciones de una mala alimentación.
- Gases: esto no es común cuando es excesivo y es una mala señal. Se da cuando el alimento es fermentado en el estómago, lo que produce no solo las flatulencias, sino también malestar estomacal. Si tu perro presenta esta condición, es porque el alimento que le das no es el adecuado y debes sustituirlo.
- Olor desagradable: ningún perro debe tener mal olor. Esto no es normal. Si tu perro tiene mal olor, puede ser que el alimento no sea el correcto. La alimentación influye de forma directa en el olor de los animales, sobre todo los perros.
Picazón frecuente: además de parásitos o suciedad, la mala alimentación también influye. Una mala señal, no es sólo a través de la picazón, sino también debido a un pelaje opaco y seco, además de la excesiva pérdida del mismo. - Obesidad: lamentablemente es bastante común y la causa principal es la mala alimentación. La obesidad causa diferentes malestares a nuestros perros, por lo que cuidar su alimentación debe ser una prioridad. La diabetes es una de las enfermedades más recurrentes producto de la obesidad. Una buena alimentación evita que tu perro tenga alguna patología por el estilo.
- Vómitos frecuentes: es la prueba más fiable de una mala alimentación. Pensar que es normal, es uno de los errores más comunes. Los vómitos y otras molestias estomacales además pueden ocasionar inapetencia en el perro. Si esto ocurre frecuentemente y en abundancia, debes cambiar el alimento.
- Otitis persistente: aunque resulta extraño, está estrechamente relacionada con la mala alimentación. Las alergias al alimento pueden desencadenar un proceso infeccioso que se vea reflejado en los oídos, por ello debemos enfocarnos en una alimentación adecuada.
- Desánimo: generalmente, los perros son animales enérgicos (algunos más que otros). Si observas una disminución de este aspecto, puede deberse a una mala alimentación. Al no recibir los nutrientes necesarios a su organismo, no produce la energía suficiente para mantenerse activo.
- Cambios de comportamiento: si un perro está bien entrenado, lo notas rápidamente. Con una mala alimentación el perro comienza a “molestar” por la comida, y puede ser por hambre. No se trata de la cantidad o de la frecuencia con la que el perro reciba alimento, se trata de que el alimento cuente con los componentes nutricionales necesarios de acuerdo a su edad y tamaño.