CAMBIO DE ALIMENTO, MITOS Y REALIDAD

Los perros no tienen la capacidad de adaptación de las personas a los cambios en la dieta. Su flora bacteriana no es tan variada como la nuestra. Si bien una modificación brusca puede provocar diarrea o vómitos, no debemos asustarnos ni angustiarnos pero si ser precavidos. No obstante, la adaptación de la alimentación según su edad es recomendable.

Cabe destacarse, para tener precaución, que el cambio de alimento muchas veces suele ser utilizado como maniobra comercial que nada tiene que ver con las verdaderas necesidades nutricionales de tu mascota. Como así también se manipula mucho en relación sólo al porcentaje de proteína, la categoría comercial (Premium) y el sabor del alimento.

La raza también determina el grado de tolerancia de su estómago a los cambios en su dieta. Algunos sufren estas variaciones. Cuanto más pedigrí tiene el perro o es de raza más pura, más delicado suele tener el estómago y más le cuesta adaptarse a los cambios alimentarios.

Pautas para los cambios en la alimentación:

  • Reducir los cambios del alimento, con consideraciones previas como elegir un alimento realmente saludable (libre de harina de subproducto, cereales de relleno y aditivos artificiales) y que además se adapte a las posibilidades económicas de los tutores.
  • Alternar la modalidad de preparación con un suplemento como Biprolife que permite brindar variaciones. Un día en polvo sobre el alimento (balanceado o casero), otro día tipo crema crema, otro día tipo sopa.
  • La elección y cambio del alimento debe ser decisión firme de los tutores y debe estar basada en información argumentada y no en simples comentarios o consejos sin sustento.
  • Si bien la palatabilidad (sabor y crocancia) del alimento es importante no debe ser un factor determinante ya que los alimentos de menor calidad contienen saborizantes artificiales que a los perros les encanta pero nada tienen que ver con la salud y ni la nutrición.
  • No dar a probar el nuevo alimento y menos fuera de contexto. Lo ideal es comenzar directamente mezclando en su cuenco con el anterior ya que de lo contrario puede no percibirlo como parte de su rutina o simplemente no percibirlo como alimento. ¡Lo importante es comprender que no se trata de un desafío de sabores!
  • Cuando el perro sale de casa por vacaciones o está unos días en una residencia canina, conviene llevarle su alimento. De lo contrario, al estrés por la modificación de rutina en casa, se le une la variación en la dieta, que puede provocar problemas estomacales.
  • Si se varía de alimento o se pasa a la alternancia o una dieta casera canina, siempre conviene llevar a cabo el cambio de manera progresiva, con la mezcla entre el alimento anterior y el nuevo.

Cambios de alimentación según la edad del perro:


Un perro necesita modificar la alimentación a lo largo de su vida, según su edad. Lo ideal es que reciba en las diferentes etapas de su vida una alimentación específica para su edad y siempre de buena calidad. De esta manera se previenen muchas patologías y el perro tendrá asegurada la cobertura de todas sus necesidades nutricionales.

Las variaciones necesarias u obligadas pasan por tres fases, que vienen determinadas por su edad:

Cuando es un cachorro que se desteta, alrededor del mes y medio de edad, y pasa a ingerir alimento sólido, tras dejar la leche materna. En esta fase vital, necesita nutrientes que cubran sus altas necesidades energéticas. ¡Evitá las harinas de subproducto, los cereales de relleno y aditivos artificiales sobre todo en esta etapa tan decisiva!

No obstante, si el joven perro pasa a ingerir un alimento saludable, natural (libre de harina de subproducto, cereales de relleno y aditivos artificiales) y de alta gama para su edad, que tiene la propiedad de ser muy digestivo y nutritivo, no tendrá problemas estomacales. Con este tipo de alimentos de alta calidad no resulta necesario realizar el cambio de manera progresiva, y más, si es acorde y necesario a su edad.

Cuando el perro tiene más de cinco meses necesita consumir un alimento de adulto menos energético que cuando era un cachorro. Si los tutores no se pueden permitir adquirir un alimento de gama alta, pueden llevar a cabo el paso al nuevo alimento de modo paulatino con la mezcla del de cachorro y el de adulto.

Cuando tiene más de siete años precisa uno que prevenga problemas de salud típicos de los perros de edad avanzada. Es el momento de llevar a cabo una adaptación nutricional, que conlleva un nuevo cambio en la dieta con suplementos como Biprolife y antioxidantes como Juvenia Dog a base de resveratrol. No obstante, si se realiza de manera paulatina, el animal no debe tener problemas estomacales y el alimento actuará como medicina preventiva.