Partiendo de la base de que cualquier perro puede bañarse a partir de los 45 días de vida, es fundamental, separar los perros que suelen vivir dentro de casa y que cuando salen suelen ir por veredas y parques, de los que suelen vivir en el exterior, o viven en casas cerca del campo, donde los perros suelen ensuciarse con mayor facilidad.
La frecuencia del baño es importante, ya que bañar con demasiada frecuencia a nuestro peludo puede quitarle todas las defensas que tiene y perjudicar su pH. Por tanto, lo ideal para perros que viven en el exterior o hacen vida cerca del campo, es que sea cada 15 días, mientras que los que viven en pisos o apartamentos de ciudad, lo hagan una vez al mes.
No debemos abusar de los baños, sobretodo, en aquellos perros que tienen tratamiento antiparasitario contra pulgas y garrapatas, porque si exponemos a nuestro perro a numerosos baños podemos alterar el aceite natural de su piel y restar eficacia en los tratamientos contra estos molestos y repugnantes parásitos.
Una alternativa muy saludable de mantener a nuestro perro bien aseado es el cepillado diario. Con el cepillado no solo nos libraremos de pelos y células muertas sino de suciedad y polvo que pueda tener en su superficie. Por otra parte, si lo que quieres es que tu perro huela muy bien, puedes utilizar productos naturales sin químicos. También el tipo de alimento suele ser en muchos casos la principal causa del mal olor.
Es muy importante que evites bañar a tu perro con cualquier champú o jabón. Utiliza siempre productos específicos y naturales (libres de químicos) para perros, ya que tienen un pH de piel diferente al nuestro y es bastante más delicado.
¿CADA CUÁNTO DEBEMOS BAÑAR A NUESTRO PERRO?
