AGRESIVIDAD PARA PROTEGER COMIDA O JUGUETES

La protección de recursos es una problemática bastante frecuente en perros. Un recurso es todo aquello que puede ser considerado de valor para el perro como por ejemplo comida, huesitos, juguetes, zonas de descanso o hasta sus propios humanos.

El problema aparece cuando el perro interpreta que si no protege su recurso corre el riesgo de perderlo, y la forma de protegerlo es a través de la agresión. Esta es una problemática difícil de trabajar ya que estaremos intentando ir contra el instinto de un animal. Si estuviéramos en la naturaleza, el perro protegería sus recursos de sus competidores porque si no lo hace no podría sobrevivir. Por este motivo es importante la prevención. Si nos aseguramos de enseñarle que nosotros no somos su competidor y nos dedicamos a establecer un vínculo de confianza y cooperación con él, disminuimos las posibilidades de que desarrolle problemas de protección de recursos.

Nuestro objetivo principal debe ser el de enseñarle que nosotros no somos un competidor, sino que somos parte del mismo equipo. Si el perro nos interpreta como una amenaza, probablemente vayamos a tener problemas.

Para enseñarle, vamos a darle algo muy rico para masticar, como puede ser un snack saludable NatuPlus o Mon Ami, y dejaremos que se acueste unos segundos a disfrutar de esta actividad. Este será el recurso con el que vamos a trabajar. Mientras esté masticando, vamos a ofrecerle algunos trocitos ricos de comida a modo de intercambio. Cuando deje lo que estaba masticando y agarre los trocitos ricos de comida, podemos suavemente agarrar el recurso en cuestión, y casi inmediatamente se lo vamos a devolver. Luego de varias repeticiones irá comprendiendo que no debe desconfiar de nosotros ya que no estamos allí para robarle sus recursos. Recomendamos practicar este ejercicio varias veces al día. Sin embargo, también es importante que le demos al perro momentos de masticación en paz, sin molestarlo.

Este ejercicio es aplicable a modo preventivo con perros cachorros. Si nuestro perro adulto ya ha desarrollado problemas de agresividad por protección de recursos es fundamental que consultemos con un profesional de la educación canina.

Fuente: Filosofía Animal